
一
Yo enseño, el Camino Integral de unidad con el gran y misterioso Dào 道.
Mis enseñanzas son simples; si intentas hacer de ellas una religión o una ciencia,
éstas te eludirán.
Profundas, aunque simples, contienen toda la verdad del universo.
Quienes desean conocer toda la verdad, disfrutan realizando los trabajos y servicios que les llegan.
Cuando los han acabado, disfrutan limpiándose y alimentándose.
Cuando se han cuidado a sí mismos, vuelven al maestro para instruirse.
El camino simple conduce a la paz, a la virtud y a la abundancia.
二
Los hombres y las mujeres que desean ser conscientes de toda la verdad deben
adoptar las prácticas del Camino Integral.
Estas disciplinas consagradas calman la mente y conducen a la armonía con todas las cosas.
La primera práctica es la de la virtud indiscriminada: cuida a aquellos que lo merecen; también, y de igual modo, cuida a los que no lo merecen.
Cuando extiendes tu virtud en todas direcciones sin discernimiento, tus pies se hallan firmemente plantados en el camino que regresa al Dào 道.
三
Quienes desean encarnar el Dào 道 han de aceptarlo todo.
Aceptarlo todo significa en primer lugar no tener cólera ni resistencia hacia ninguna idea o cosa, viva o muerta, con forma o sin forma.
La aceptación es la verdadera esencia del Dào 道. Aceptarlo todo también significa
apartarse de cualquier concepto de separación: hombre y mujer, yo y otro, vida y
muerte.
La división es contraria a la naturaleza del Dào道. Renunciando al antagonismo y a la separación se entra en la unidad armoniosa de todas las cosas.
