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Otros Textos Y Cuentos Daoístas

EL HOMBRE QUE TEMÍA A LOS FANTASMAS

 

Al sur de Xiashou vivía un hombre llamado Juan Shuliang. Era tonto y extremadamente miedoso. Una vez que iba caminando por un camino con un hermoso claro de luna, vio al agachar la cabeza a su sombra ante él. Se imaginó que un espíritu maligno estaba tendido a sus pies.

 

Al levantar los ojos, su mirada tropezó con dos mechones de su pelo y creyó que un demonio se encontraba a sus espaldas. Asustado, se dio vuelta y el resto del recorrido lo hizo retrocediendo. Al llegar a su casa cayó al suelo y entregó el alma.

Xun Zi

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

LA CURA

 

Ju era un célebre médico del Reino de Qin. Había operado de un tumor al rey Xuan, y cuidado las hemorroides del rey Hui. A ambos los había mejorado. Un tal señor Zhang, que padecía de un tumor en la espalda, rogó a Ju que lo curara.

         - ¡Ahora esta espalda ya no me pertenece, cuídela como a usted le dé la gana, doctor! – dijo al facultativo. Ju lo trató y lo sanó.

         Es indudable que Ju era excelente en el arte de curar, pero la plena confianza que Zhang le manifestara fue también un factor importante en esta mejoría.

         Shi Zi

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

EL HOMBRE AL FONDO DEL POZO

 

Hubo en otro tiempo en el Reino de Song, un tal señor Ding que no tenía pozo. Cada día, un hombre de la servidumbre dedicaba todo su tiempo para asegurarle el servicio del agua, pues debía ir a buscarla muy lejos. Para simplificar el trabajo, Ding hizo cavar un pozo en el patio.

         - Al hacer cavar ese pozo en mi patio, me he ganado un hombre – le dijo a un amigo.

         Este amigo se lo contó a otro, y, pasando de boca en boca, la observación se convirtió en esto:

         «El Señor Ding, al cavar un pozo en su patio, encontró a un hombre.»

         Estas palabras se divulgaron a través de toda la región y llegaron a oídos del rey, quien hizo llamar a Ding para saber de qué manera había encontrado a un hombre en el fondo de su pozo.

         Ding le explicó:

         - Ese pozo cavado en mi patio, me evitó el tener que acarrear el agua desde tan lejos y por lo tanto me proporcionó dos brazos más para los trabajos de casa, ¡eso es todo!

Zi Hua Zi

QÌ GONG MÉXICO

Dào 道

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